Antes de saber quién sos, ya estás formando tu autoestima. Y no es con lo que hacés, sino con las palabras que recibimos y las que aprendemos a decirnos, lo que sentís y lo que aprendés a creer de vos.

Cuando una niña crece con adultos que le dicen que es valiosa, capaz, que están orgullosos de su esfuerzo, que merece ser respetada y amada, esa niña aprende a confiar en sí misma. A sentirse suficiente. A reconocerse.

Pero ¿qué pasa cuando eso no ocurre? Cuando no hay malos tratos ni malas intenciones, pero tampoco las palabras que uno necesita. Cuando el amor está, pero no se dice. Cuando el reconocimiento no se nombra y el orgullo no se expresa con claridad? Entonces creces queriendo hacerlo todo bien para ver si así alguien lo nota. Te vuelves atenta, responsable, dedicada… pero por dentro te sientes invisible.

Algo falta y se siente. No es un vacío evidente, sino una sensación sutil, como una carencia silenciosa. No es un drama, sino ese silencio opuesto a que te digan lo valiosa que sos. Nadie que te diga “estoy orgulloso de vos”, que te enseñe a poner límites, a defender lo que sentís, y a no ceder lo importante.

Y entonces creces y empezás a vincularte repitiendo ese mismo esquema. Cediendo. Callando. Dejando pasar cosas que para vos son esenciales. Creyendo que amar es adaptarse. Que es normal perderse un poco en el otro. Hasta que incluso el respeto deja de tener fuerzas.

La autoestima es también lo que permitís. Lo que aceptás. Lo que defendés. Y muchas veces, cuando está dañada, empezás a justificar lo que te lastima.

Donde el alma sonría es la historia de una mujer que no sabía que todo eso tenía un nombre: falta de amor propio. Hasta que un día lo entendió. Se escuchó. Se abrazó. Y decidió empezar a decirse lo que nunca escuchó.

Es la historia de un proceso de crecimiento personal. De reconstruirse desde adentro. De cómo creer en uno mismo cuando cambia el relato. Porque sanar la autoestima no es solo mirarse bonito, es volver a escribir tu historia con palabras nuevas. Con palabras que sí abracen.

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